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Las dos naturalezas de Jesus

      Jesús es Dios en carne humana.  No es mitad Dios y mitad hombre.  Es decir, Jesús tiene dos naturalezas completamente distintas entre sí: una divina y otra humana.   Jesús es la Palabra que era Dios y estaba con Dios y se hizo carne (Juan 1:1, 14)    Esto significa que en la sola persona de Jesús se encuentran ambas naturalezas: la   divina y la humana.  La naturaleza divina nunca cambió.  No fue alterada.  Jesús no es meramente un hombre que “tenía a Dios  dentro de Si” ni tampoco es un hombre  que ”hizo evidente la naturaleza de Dios” .   Jesús es Dios, la segunda persona de la Trinidad.   “El Hijo es el esplendor de la Gloria de Dios y la representación exacta de su ser,  quien sostiene todas las cosas con su palabra poderosa· (Hebreos:1-13,  NIV).     Las dos naturalezas de Jesús no están “mezcladas” ni están combinadas en una nueva naturaleza de Dios-hombre.  Estas dos naturalezas  están separadas pero,  funcionan como una unidad en la persona única, singular, de Jesús.  Esto es la llamada Unión Hipostática.
     El siguiente diagrama le ayudará  a ver las dos naturalezas de Jesús “en acción”

COMO DIOS

 

COMO HOMBRE

Es adorado (Mateo 2:2, 11;  14:33)

 

Adoró al Padre (Juan 17).

Fue llamado Dios (Juan20:28; Hebreos 1:8)

 

Fue llamado hombre (Marcos 15:39;  Juan 19:5)

Fue llamado Hijo de Dios  (Marcos 1:1)

 

Fue llamado Hijo de hombre (Juan 9:35-37).

Oramos a El  (Hechos 7:59)

 

Oró al Padre (Juan 17).

Es libre de pecado (1 Pedro 2:22; Hebreos 4:15).

 

Fue tentado (Mateo 4:1).

Sabe todas las cosas  (Juan 21:17).

 

Creció en sabiduría  (Lucas 2:52).

Da vida eterna (Juan 10:28).

 

Murió  (Rom 5:8).

La plenitud  de la Deidad  está contenida en El  (Col 2:9).

 

Tiene un cuerpo de carne y hueso  (Lucas 24:39).

La  “communicatio idiomatum”

   Esta es  una doctrina relacionada con la Unión Hipostática  ( del Latín:  “transferencia de propiedades”).

  Es la teoría que afirma que los atributos de ambas naturalezas, la divina y la humana, le son conferidos a la persona única, singular, de Jesús.    Esto significa que Jesús, el hombre, podia reclamar como suya la Gloria que El tenía con el Padre antes de la creación del mundo (Juan 17:5), podía  afirmar, por derecho propio, cómo El había descendido del cielo (Juan 3:13) y, también, afirmar  que era omnipresente (Mateo 28:20).    Esta doctrina, pues, enseña que Jesús tenía derecho a reclamar como suyas todas éstas  cualidades divinas  y que, por lo tanto,  estas propiedades también se encontraban en la persona humana  de Jesús.

Errores que cometen los miembros de sectas

      Uno de los errores más comunes que cometen las sectas es el de no entender las dos naturalezas de Jesucristo.  Por ejemplo, los Testigos de Jehová se concentran en la humanidad de Jesús e ignoran su divinidad.  Constantemente están citando versículos de la Escritura  que tienen que ver con la naturaleza humana de Jesús, con Jesús como hombre,  y tratan de presentarlos como antagónicos a  versículos que muestran  que Jesús es también Divino.   Por otro lado, los miembros de la Ciencia Cristiana hacen todo lo contrario : Se concentran en versículos de la Escritura que demuestran la divinidad de Jesucristo , hasta negar su  verdadera Humanidad.

     Para poder entender a Jesús correctamente y, por tanto, todas las otras doctrinas que a El se refieren, sus dos naturalezas deben ser entendidas y definidas perfectamente.   Jesús es una persona con dos naturalezas.  Es por ésto que  pudo crecer en sabiduría y estatura (Lucas 2:52) y, a la vez, conocer, saber, todas las cosas (Juan 21:17).    Jesús es la Palabra Divina que se hizo carne (Juan 1:1, 14).

      Jesús es el tema de toda la Biblia.  Toda la Biblia se trata de Jesús  (Juan 5:39).   Los profetas profetizaron sobre El (Hechos 10:43).  El Padre dió testimonio de El (Juan 5:37;  8:18).   El Espíritu Santo dio testimonio de El (Juan 15:26).  Las obras de Jesús dieron testimonio de El (Juan 5:36;  10:25)  Las multitudes dieron testimonio de El  (Juan 12:17).  Y Jesús dio testimonio de Sí mismo  (Juan 14:6;  18:6).
     Otros versículos a considerar al entrar en el proceso de examinar Su deidad son:   Juan 10:30-33;  20:28;  Col 2:9;  Filipenses 2:5-8; Hebreos 1:6-8;  y 2 Pedro 1:1. 

 
     1 Tim 2:5  dice:  “porque hay un solo Dios y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo el hombre”   En este mismo momento hay un hombre en el cielo, sentado sobre el Trono de Dios.  El es nuestro Abogado ante el Padre (1 Juan 2:1).  Es nuestro Salvador (Tito 2:13).  Es nuestro Señor  (Rom 10:9-10).   El es Jesús.